13 de enero de 2025
13 de enero de 2025

Querida Los Ángeles, Te Amo.

La sede original de Snapchat, también conocida como El comedor de papá en Pacific Palisades



Querida Los Ángeles,

Te amo. 

Crecí en Pacific Palisades. Recorría calle tras calle en mi patineta Razor. Conocía de memoria los árboles altos y viejos e incluso tenía mis favoritos. Mi madre vivía en Alma Real y mi padre en Toyopa. Milagrosamente, la casa de mi madre sigue allí, cubierta de ceniza. La de mi padre ya no está, se quemó toda en vivo y en directo por televisión. Y nosotros tuvimos suerte. Todos estamos a salvo. 

Más de 150 miembros del equipo de Snap fueron desplazados, sin contar a sus familias y amigos. Muchísimos angelinos lo perdieron todo. Algunos perdieron la vida.

Los Ángeles, mi corazón se rompe por ti y, sin embargo, te amo aún más. Este crisol de creatividad, innovación y narración de historias. Esta ciudad de ángeles que, cubiertos de hollín, ya están comenzando de nuevo.

Por cada saqueador, miles y miles están ofreciendo su tiempo, su dinero y sus oraciones. Por cada cobarde, hay valentía a rebosar. Por cada dedo acusador, miles de manos se esfuerzan por curar y dar esperanza.

No somos la primera comunidad que se enfrenta a un megaincendio. Ni seremos la última. Pero nos valdremos de nuestra fuerza, nuestro ingenio y nuestro amor para crear de nuevo. Nuestra ciudad de grandes artistas agregará una nueva capa de pintura a este hermoso lienzo que llamamos hogar.

Los Ángeles, te amo. Y mientras veo a los socorristas de todo el país reunidos en el estacionamiento de nuestra oficina, veo su incansable apoyo y sé que millones de personas más también te aman. 

Los Ángeles, estaremos aquí durante mucho tiempo. Para la reconstrucción y para lo que venga después. Y estamos aquí para ayudar. Snap, Bobby y yo destinamos 5 millones de dólares en asistencia inmediata y vamos por más. Estamos alimentando a los evacuados y a los socorristas y proporcionando espacios gratuitos. Estamos escuchando a expertos en recuperación tras megaincendios y aprendiendo cada día qué más podemos hacer y cómo podemos estar a la altura del reto. Queremos colaborar y construir junto a ti. 

Y quizá lo más extraño para todos los afectados es que, a escasos minutos de distancia, el mundo sigue su curso normal.  Hay trabajo por hacer, niños a los que enseñar, familias a las que cuidar y un nuevo día que recibir.

Los Ángeles, te llevo en el corazón, y contarás con nuestro tiempo, nuestros recursos y nuestra ayuda para seguir adelante. Te lo juro.

Evan

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