La creación de Snapchat nos enseñó mucho sobre qué hace que una conversación sea especial. Cuando empezamos a trabajar en una aplicación para compartir fotos que desaparecían, no teníamos idea de todo lo que íbamos a prender. Nuestros compañeros nos avivaron de que cualquiera podía hacer una captura de pantalla. Eso nos llevó a la idea de la eliminación de forma predeterminada: guardás lo que quieras y nosotros nos deshacemos de todo lo demás.
También aprendimos que las conversaciones son mejores cuando son visuales. Entonces decidimos asegurarnos de que cada vez que inicies Snapchat se abra directamente la cámara. Es la forma más rápida de capturar y compartir un momento en tu smartphone.
Con nuestra última actualización de producto, le rendimos homenaje a la verdadera naturaleza del relato: todas las historias tienen un orden cronológico (principio, nudo y desenlace). Creamos Historias para ayudar a los Snapchatters a crear narraciones y compartirlas con sus amigos con solo un toque.
Pero, hasta ahora, sentíamos que a Snapchat le faltaba una parte importante de la conversación: la presencia. Nada se compara con la certeza de que el amigo con el que estás charlando te está prestando toda su atención.
Estamos muy contentos de presentar Chat.
Deslizá hacia la derecha el nombre de un amigo en tu casilla de entrada de Snapchat para poder empezar a usar el chat. Cuando salís de la pantalla de chat, los mensajes que vos y tu amigo vieron se borran, pero cualquiera de los dos puede tocar o hacer una captura de pantalla para guardar lo que quieran conservar (direcciones, listas de tareas, etc.).
Te avisamos cuando un amigo está en tu Chat para que puedan prestarse total atención. Y si están los dos, podés mantener presionado para compartir un video en vivo y chatear cara a cara.