
We Stand Together
Snap CEO Evan Spiegel sent the following memo to all Snap team members on Sunday, May 31. In it he condemns racism while advocating for creating more opportunity, and for living the American values of freedom, equality and justice for all.
Querido equipo:
Como informó Lara la semana pasada, teníamos pensado hablar sobre las muertes de George, Ahmaud y Breonna mañana por la mañana en Snap in Focus. Sin embargo, teniendo en cuenta el largo legado de violencia e injusticia racial en Estados Unidos, me pareció que no era correcto esperar. Si no decimos nada ante la maldad y los delitos, estamos respaldando a quienes cometen estos actos. Pido disculpas por demorarme en compartir con ustedes lo que siento.
Estoy triste y enojado por lo que sufren los afroamericanos y las personas de color en Estados Unidos.
Desde muy joven, tuve conciencia de sus batallas por la libertad, la igualdad y la justicia. Mi padre fue director jurídico de la Comisión Independiente del Departamento de Policía de Los Ángeles (y, casualmente, nuestro director jurídico, Mike, también trabajó en la comisión), creada para investigar el racismo y el uso excesivo de la fuerza en el Departamento de Policía de Los Ángeles tras la golpiza a Rodney King aquí en Los Ángeles en 1991. La comisión descubrió muchísimos actos de racismo y de uso excesivo de la fuerza que las autoridades no habían investigado. Las recomendaciones que hicieron en ese entonces, casi 30 años atrás, siguen siendo relevantes hoy en día; lo que es inquietante.
En otro momento de mi vida, tuve la oportunidad de trabajar y estudiar en Sudáfrica, donde tuve el privilegio de conocer a uno de mis héroes: el obispo Tutu. Fui testigo de la devastación que causó el apartheid y el legado del racismo, pero también de los incansables esfuerzos orientados al progreso y la reconciliación. En mi último año en Stanford, viví en Ujamaa, una residencia estudiantil en el campus dedicada a la comunidad afroamericana, en la que la mayoría de los residentes son afroamericanos. Incluso entre tanto privilegio en Stanford, había mucho que aprender sobre las injusticias diarias que supone el racismo en nuestra sociedad.
Comparto esto no para decir que comprendo por experiencia lo que viven los afroamericanos en los Estados Unidos; sino para explicar que, durante casi 30 años, he presenciado o participado personalmente en el reclamo enardecido y persistente por la justicia en Estados Unidos y en todo el mundo, un reclamo razonable y contundente. Treinta años más tarde, pese a que millones de personas exigen un cambio, no vemos un gran progreso. La desigualdad económica en Estados Unidos alcanzó niveles nunca vistos en casi un siglo. Las personas de color no pueden ir a un supermercado o salir a trotar sin miedo a que los asesinen y no haya consecuencias al respecto. En pocas palabras, el experimento estadounidense está fracasando.
Comparto esto porque creo que, como dijo Martin Luther King, "los disturbios son el idioma de los ignorados" y aquellos que exigen un cambio de manera pacífica desde hace siglos se han encontrado con progresos nulos o escasos hacia la perspectiva de libertad, igualdad y justicia para todos que Estados Unidos promete desde hace tiempo. Entiendo por qué quienes están causando disturbios sienten que no son escuchados.
En el primer discurso que me invitaron a dar después de que creáramos Snapchat, en la Conferencia de Mujeres Empresarias de 2013 de la Universidad de Stanford, declaré que "Soy un hombre joven, blanco, y que recibió educación. Soy muy, muy afortunado. Y la vida no es justa". Me pareció sumamente importante mencionar mi privilegio y reconocer la injusticia presente en nuestra sociedad, especialmente frente a mujeres líderes en negocios que se enfrentan a estas injusticias a diario. Reconocer mis privilegios fue un primer paso importante para mí porque me ayudó a escuchar. Mi experiencia como hombre blanco con una posición económica privilegiada es completamente diferente de la experiencia injusta de nuestros compatriotas. Entender las dificultades de aquellos que son diferentes a mí me ayudó a convertirme en un mejor aliado en la lucha.
La idea fundamental en la creación de nuestro país fue que las circunstancias de tu nacimiento no predeterminarían la trayectoria de tu vida. Nuestros fundadores pensaban que la idea de que Dios elegía a un rey era ridícula; Dios nos eligió a todos y nos ama a todos por igual. Anhelaban crear una sociedad que reflejara el amor de Dios y la idea de que él está en cada uno de nosotros. Dios no cree que ninguno de nosotros sea más o menos merecedor de su amor.
Por supuesto, los mismos padres fundadores que apoyaban los valores de "libertad, igualdad y justicia para todos" tenían, en su mayoría, esclavos. Su gran visión de una nación creada por la gente, para la gente, se construyó sobre la base del prejuicio, la injusticia y el racismo. Si no enfrentamos estas bases corrompidas y sus fracasos constantes para crear oportunidades para todos, estaremos obstaculizando nuestra verdadera capacidad de progresar como seres humanos y seguiremos estando lejos de la visión valiente de libertad, igualdad y justicia para todos.
Mis amigos, miembros del equipo, periodistas y socios suelen preguntarme qué pueden hacer para marcar la diferencia. Si bien no soy un experto, y con solo 29 años me queda mucho por aprender sobre cómo funciona el mundo, a continuación, comparto mi perspectiva sobre lo que se necesita para crear el cambio que anhelamos en los Estados Unidos. No podemos terminar con el racismo sistémico sin, al mismo tiempo, crear oportunidades para todos, independientemente de sus orígenes.
Primero, es importante entender que, desde mi perspectiva, la "gran idea" presentada por el presidente Reagan y otros definió en gran medida la situación actual de los Estados Unidos; la idea de que las empresas deben ser las impulsoras del progreso y que el gobierno no debería intervenir. En efecto, la reducción de impuestos y la desregulación ayudaron a que la economía estadounidense crezca, y el gobierno federal reorientó el porcentaje de gastos en iniciativas con proyección a futuro, como investigación y desarrollo, hacia derechos como la seguridad social. Está claro que la investigación y el desarrollo impulsados por el gobierno son inversiones a largo plazo, pero también tienen beneficios a corto plazo: ayudaron a crear la base de muchos de los componentes de los teléfonos inteligentes actuales, lo que permitió el crecimiento y el éxito de negocios como el nuestro. A grandes rasgos, si bien podemos discutir a dónde pertenece cada partida presupuestaria, las aproximaciones señalan que hubo un sesgo significativo del presupuesto federal a favor del pasado y el presente en detrimento del futuro:
Gasto del año fiscal 2019 por función de presupuesto
% del presupuesto total
Pasado/Presente
Medicare
16,80 %
Seguridad Social
15,79 %
Defensa Nacional
15,27 %
Salud
10,50 %
Interés neto
8,45 %
Seguridad de los Ingresos
8,21 %
Gobierno General
5,81 %
Beneficios y servicios para los veteranos
3,13 %
Administración de Justicia
1,18 %
Agricultura
0,59 %
Total aproximado Presente/Pasado
85,73 %
Futuro
Educación, formación, servicios sociales
2,24 %
Recursos naturales y medio ambiente
1,05 %
Transporte
1,73 %
Desarrollo comunitario y regional
0,88 %
Desarrollo comunitario y regional
0,56 %
Energía
0,35 %
Futuro total aproximado
6,81 %
No es ningún secreto que nuestro país priorizó los negocios. En Snap, recibimos enormes beneficios a causa estas políticas, pero creo que llegó el momento de priorizar a los estadounidenses.
Creo que el primer paso y el más importante es ratificar nuestro compromiso con los valores sobre los que se fundó esta nación: libertad, igualdad, justicia, derecho a la vida y a la búsqueda de felicidad. Tenemos que trabajar juntos para crear una visión compartida del éxito en el futuro y definir qué país queremos dejarles a los hijos de nuestros hijos. Este proceso tiene que involucrar a todos los estadounidenses y tiene que ser "por la gente, para la gente". Si logramos definir qué nación queremos ser, podemos empezar a tomar medidas y aplicar nuestros valores a las decisiones fundamentales y necesarias para hacer realidad esa visión compartida.
También tenemos que empezar a medir nuestro éxito en términos del cumplimiento de nuestros valores, en lugar de indicadores absurdos a corto plazo como el PBI o el mercado de valores. Cuando aumenta el costo de los servicios de salud, aumenta el PBI, independientemente del valor que recibas. Si nos azota un huracán que derrumba muchas casas y tenemos que reconstruirlas, el PBI aumenta. El PBI es un indicador defectuoso que no refleja lo que contribuye a la verdadera felicidad de las personas. La búsqueda de la felicidad tiene que ir más allá de la búsqueda de riqueza.
Tendríamos que crear una Comisión de la Verdad, la Reconciliación y las Reparaciones diversa e imparcial. Tenemos que iniciar un proceso que nos asegure que la voz de la comunidad afroamericana se oye en todo el país, investigar el sistema de justicia penal por sesgos y prejuicios, fortalecer la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia y actuar a partir de las recomendaciones de reconciliación y reparaciones que formule la Comisión. Queda mucho por aprender de los que tuvieron el valor de comprometerse con procesos similares a raíz de atrocidades ocurridas en todo el mundo. Deberíamos diseñar un proceso que refleje los valores estadounidenses y nos ayude a hacer los cambios necesarios para poder sanar.
Debemos invertir en educación, salud y vivienda para volver a encender el "motor de las oportunidades" en los Estados Unidos y, así, lograr que estos ingredientes básicos para una sociedad libre y justa sean accesibles y asequibles para todos.
Creo que una de las razones por las que el espíritu emprendedor disminuyó tanto en Estados Unidos desde los años ochenta es la falta de una red de seguridad social adecuada. Para poder emprender y comenzar un negocio, las personas necesitan asumir riesgos, lo cual resulta casi imposible sin ningún tipo de red de seguridad como la que yo tuve. Los potenciales emprendedores de hoy en día están tapados de deudas estudiantiles y están sujetos a gastos que se elevan y salarios que no aumentan, lo que hace que les sea muy difícil ahorrar el capital inicial necesario para comenzar un negocio.
Invertir en el futuro de nuestro país para beneficiar a los hijos de nuestros hijos costará mucho dinero. Tendremos que implementar un sistema de impuestos más progresivo y un impuesto estatal considerablemente mayor, y las corporaciones tendrán que pagar impuestos más altos. Al mismo tiempo que apostamos por el futuro, tendremos que reducir la deuda pública para estar mejor preparados en caso de tener que enfrentar, en el futuro, algún golpe externo que provenga de este vertiginoso mundo. En resumen, las personas como yo pagaremos impuestos mucho más altos, y creo que valdrá la pena para crear una sociedad en la que todos salgamos beneficiados.
Muchos de estos cambios pueden ser "malos" a corto plazo para los negocios, pero como representan una inversión a largo plazo en las personas de nuestro país, creo que aprovecharemos enormes beneficios a largo plazo y de forma colectiva.
¿Por qué todavía no se produjo este cambio? Me parece que es simplemente porque la mayoría cualificada de boomers en todas las ramas del gobierno demostró poco interés en crear un futuro mejor para sus hijos. Durante décadas, nuestro gobierno se comprometió con una estrategia de reducción de impuestos financiada mediante deuda y gastos en subsidios para enriquecer a sus votantes más importantes: los boomers. De hecho, los boomers tienen casi el 60 % de toda la riqueza doméstica de Estados Unidos. Para contextualizar, los multimillonarios tienen aproximadamente el 3 %. de dicha riqueza. Con respecto a la seguridad social, por ejemplo, financiamos un programa que brinda prestaciones a la generación más adinerada de la historia de los Estados Unidos sin realizar ningún tipo de evaluación de los ingresos.
Algunos estudios muestran que cuando una generación mayor no se ve reflejada en la generación más joven, está menos dispuesta a invertir en el futuro de esta última. En Estados Unidos, alrededor del 70 % de la generación boomer son personas blancas, mientras que en la generación Z son alrededor del 50 %. El cambio demográfico en Estados Unidos es inevitable. La pregunta, entonces, es si podremos trabajar juntos para crear una nación que refleje mejor los valores sobre los cuales se fundó, sane las heridas profundas de nuestro pasado, se esfuerce por eliminar el racismo y la injusticia y cree oportunidades para todos, sin importar quiénes sean o dónde nacieron.

Fuente: https://money.cnn.com/interactive/economy/diversity-millennials-boomers/
As for Snapchat, we simply cannot promote accounts in America that are linked to people who incite racial violence, whether they do so on or off our platform. Our Discover content platform is a curated platform, where we decide what we promote. We have spoken time and again about working hard to make a positive impact, and we will walk the talk with the content we promote on Snapchat. We may continue to allow divisive people to maintain an account on Snapchat, as long as the content that is published on Snapchat is consistent with our community guidelines, but we will not promote that account or content in any way.
It is never too late to turn towards love, and it is my sincere and earnest hope that the leadership of our great country will work towards our founding values, our raison d’être: freedom, equality, and justice for all.
Until that day, we will make it clear with our actions that there is no grey area when it comes to racism, violence, and injustice – and we will not promote it, nor those who support it, on our platform.
This does not mean that we will remove content that people disagree with, or accounts that are insensitive to some people. There are plenty of debates to be had about the future of our country and the world. But there is simply no room for debate in our country about the value of human life and the importance of a constant struggle for freedom, equality, and justice. We are standing with all those who stand for peace, love, and justice and we will use our platform to promote good rather than evil.
I know there are many people who feel that just because “some people” are racist, or just because there is “some injustice” in our society that we are “not all bad.” It is my view that humanity is deeply interconnected and that when one of us suffers, we all suffer. When one of us is hungry, we are all hungry. And when one of us is poor, we are all poor. When any one of us enables injustice through our silence we have all failed to create a nation that strives for its highest ideals.
Some of you have asked about whether Snap will contribute to organizations that support equality and justice. The answer is yes. But in my experience, philanthropy is simply unable to make more than a dent in the grave injustices we face. While our family has and will continue to contribute meaningfully to create opportunity for the underprivileged, and donate to the guardians of justice, these circumstances call for a more radical reorganization of our society. Private philanthropy can patch holes, or accelerate progress, but it alone cannot cross the deep and wide chasm of injustice. We must cross that chasm together as a united nation. United in the striving for freedom, equality, and justice for all.
We have a great many challenges in front of us. To confront the long legacy of violence and injustice in America – of which George, Ahmaud, and Breonna are the latest victims, with so many more unnamed – we must embrace profound change. Not merely a change in our country, but a change in our hearts. We must carry the light of peace and share the embrace of love with all humankind.
May peace be with you,
Evan